Reflexiones para Edificar la Enfermería: Un mayor reconocimiento ¿por dónde empezar?


Hace unos años cuando daba mis primeros pasos en el estudio de la disciplina, este pensamiento me inquietó. Pensé que nuestra profesión tenía mucho que cambiar, pero fue hasta que leí una sabia reflexión que comprendí la verdadera fórmula para el crecimiento y desarrollo personal.

Les comparto: 

Cuenta la historia que había un monje que quería cambiar el mundo.
Entonces fue a viajar por todos los países, tratando de convencer a la gente de cambiar. Después de varios años, se dio cuenta que no había logrado cambiar a nadie.
Entonces pensó: 

“Si no puedo cambiar al mundo, al menos voy a cambiar a mi país”.

Y se fue a viajar por todo su país, invitando a la gente a cambiar. Igualmente, pasados unos años, vio que no había logrado nada, las personas no querían cambiar, pese a que él se esforzaba en pedírselos con esmero.

Nuevamente, pensó: 

“Si no puedo cambiar a mi país, al menos cambiaré a mi ciudad”.

Y se dio a la tarea de invitar a toda la gente de su ciudad para cambiar, pero nadie le hacía caso. Pasados ya varios años después, se dio cuenta que no lograba cambiar a nadie, por lo que decidió, que al menos cambiaría a su familia.

Para su sorpresa, no pudo hacerlo, nadie de su familia quiso cambiar. 

Habían pasado ya muchos años, y el monje se hizo viejo.
En sus últimos días, en que ya estaba enfermo, y no podía salir de su cama, pensando se dijo así mismo:

“Tonto he sido, pues pase toda mi vida tratando de cambiar a los demás, sin darme cuenta, que el primero que tenía que cambiar era yo, y quizás con mi ejemplo, hubiera cambiado a mi familia, y junto con mi familia y ejemplo, hubiésemos podido cambiar a la ciudad, y la gente de mi ciudad hubiera inspirado un cambio en mi país, y quien sabe incluso, todo esto hubiese permitido cambiar el mundo”.

Pero ya era demasiado tarde para comenzar. 

Esta pequeña reflexión me hizo concluir que si primero nos dedicamos a ser mejores personas y profesionales, nuestro ejemplo inspirará a otros compañeros y compañeras, en conjunto sumaremos nuestro esfuerzo para mejorar al gremio, y quien sabe incluso, todo esto pueda permitir realizar ese cambio que nuestra profesión necesita.

La diferencia con la historia anterior, es que aun no es demasiado tarde para comenzar.


Tomado del Libro Edificando la Enfermería Costarricense. Reflexiones. Página. 21.

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